Rehabilitamos espacios para mejorar tu calidad de vida mientras sigues disfrutando de lo realmente importante para ti.
¿Cómo reconocer si nuestro edificio o nuestra vivienda necesita ser rehabilitado? Los factores de deterioro son diversos, y muchas veces incluso entrañan riesgo o dificultades para las personas como: factores meteorológicos, materiales deficientes, envejecimiento o falta de mantenimiento. Podemos reconocerlo observando síntomas como: desprendimiento del revestimiento, humedades, pérdida de eficiencia, balcones deteriorados, etc.
Algunos de los factores que nos afectan antes de renovar espacios o en los traslados son: un alto nivel de estrés, cansancio mental y físico, dolores de cabeza, apatía, mal humor, insomnio…
A menudo no somos conscientes de lo importante que es vivir en un espacio adecuado, confortable, eficiente y sostenible y optamos por permanecer en un espacio con mala calidad, incluso por desconocimiento, podemos llegar a optar por un cambio drástico, un traslado, con todo lo que ello conlleva.
En estos casos, la mejor opción suele ser mejorar las condiciones de nuestra vivienda actual, volver a enamorarnos de ella, conservar y seguir creando más recuerdos familiares, mantener nuestros sitios de confianza (colegios, institutos, gimnasio, comercios…). Además, podremos seguir conservando nuestras relaciones con los conocidos y amistades del entorno, por no hablar de los elevados gastos que un traslado conlleva.
Utilizamos los mejores materiales y últimas tecnologías en nuestros proyectos para ahorrar hasta un 50% de consumo.
La rehabilitación de los inmuebles es una inversión que ayuda a revalorizarlos tanto para la venta como en el alquiler.
Las instituciones promueven las reformas integrales con subvenciones y beneficios fiscales a través del Agente Rehabilitador.